Las provisiones son como ir ahorrando poquito a poco para una fiesta 🎉:
vas metiendo plata en una alcancía 🐷 porque sabes que en diciembre hay que pagarle a tu equipo lo que se merece (prima, cesantías, etc).
Ejemplo:
Tu empleado Juana empezó ganando $1.000.000, pero a mitad de año le diste un aumento a $1.200.000 (¡porque se lo ganó a pulso! 💪).
Tú venías guardando provisión como si siempre ganara $1.000.000... entonces a fin de año, ¡oh sorpresa!
Ejemplo:
Pedro es un crack en ventas y cada mes gana diferente. Un mes gana $900.000, otro $1.500.000, otro $2.000.000 💸
Tú provisionaste con el salario de un mes (digamos $1.000.000), pero a la hora de calcular las prestaciones, toca hacer el promedio del semestre.
Ejemplo:
Laura gana $1.950.000 y recibe auxilio de transporte 🚍. Pero en septiembre le subes el sueldo a $3,500,000.
¡Oops! Ya no le toca auxilio porque superó los 2 SMMLV.
Pero tú provisionaste todo el año como si sí le tocara… entonces
Ejemplo:
Carlos pidió una licencia no remunerada de un mes para irse de mochilero por Suramérica 🎒🌎
Ese mes no ganó nada, pero tú seguiste haciendo provisión como si estuviera trabajando. Cuando llegue el momento de pagar… ¡zas!
Tranquilo, no hay que entrar en pánico 🧘♂️. Al momento de pagar las prestaciones (prima, cesantías, etc.):
Se calcula el valor real que toca pagar 🧮
Se mira cuánto hay guardado en la provisión 🐷
Si te sobró: 🎉 ¡bien!, lo que sobra lo liberas o lo usas para el mes siguiente.
Si te faltó: 💸 toca poner la diferencia como gasto ese mes.
A eso le decimos con cariño: ajuste de provisión ✍️ y ojo aquí!!!! 👀 estos ajustes los realizan directamente en la contabilidad, allá en el software contable.